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Determina tu nivel de integridad con respecto al dinero. ¿Haces compras y luego
escondes la evidencia? ¿Te encuentras intentando justificar cómo es se que
gastó el dinero? Tener integridad con respecto al dinero significa que te
sientes cómodo y honesto con cómo lo ganaste y con cómo lo gastas.
- Determina tu relación emocional con el dinero. Hazte algunas preguntas difíciles como: ¿Estás gastando dinero para impresionar o controlar a la gente, comprar amor o darte un capricho? Saber a dónde se va tu dinero te permitirá tomar decisiones basadas en lo que actualmente está sucediendo en el presente, en lugar de miedos o inseguridades que te quedan de experiencias pasadas.
- Ponte realista. Crea conciencia acerca del dinero. ¿Cuánto ganas? ¿Cuánto gastas? ¿Cuentas con un presupuesto? ¿Sabes en qué estás gastando tu dinero? ¿Sabes cuánto es el interés que te cargan en tu tarjeta de crédito? ¿Te impacta el ver al final de año cuánto es lo que ganaste y sin embargo no puedes definir a dónde se fue el dinero?
- Identifica la diferencia entre gastos REALES y la falacia de "compré esto porque estaba en muy buen precio". ¿En dónde está gastándose el dinero y no disfrutándose? Las supuestas compras para ahorrar se llevan el dinero en artículos que parecen muy buenos como para dejar pasar la ocasión. Cuando controlas esta ansiedad, liberas fondos que puedes destinar a cosas mucho más importantes. ¿Romperías y tirarías a la basura un billete de 500 pesos? Por supuesto que no. Sin embargo si tiras esa cantidad o más en suscripciones a revistas que nunca o rara vez lees, en servicios telefónicos que no utilizas o membresías de gimnasios a los que no vas.
Ahora que has identificado cualquiera de los problemas mencionados anteriormente podrás corregirlos y estarás listo para establecer una base desde la cual puedes utilizar tu dinero como una herramienta para conseguir lo que tú quieres. Haz un plan y mantente en el curso.
- Si te encuentras en medio de una situación matrimonial, o de trabajo, negociar es la clave. Negocia en lo que se gaste y en cuanto se gaste.
- Define una meta específica y que se pueda medir. No te conformes con "ahorrar $10,000 para el enganche". En lugar de eso decide cuánto necesitas, cuándo lo necesitas y saca cuánto tienes que ahorrar cada semana para conseguirlo. La redacción correcta será: "Ahorrar $2000 cada semana por 52 semanas". Esto es una meta específica y mensurable.
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